El tsunami que acaeció durante la noche del lunes en Indonesia acumula ya un total de 272 fallecidos, 412 en disparadero desconocido y 4.000 desplazados, según han confirmado las autoridades de este país. Mientras tanto, continúan las labores de rescate en el maremoto que se produjo el día antes, debido a un seísmo de magnitud 7,5 en las islas Mentawai, al oeste de Sumatra. Los equipos de socorro ya han podido alcanzar la zona, y a este tsunami y maremoto se une la erupción de un volcán que se ha llevado por delante a 28 personas en la isla de Java.
Además, diversos helicópteros de rescate partieron desde Madang, en la costa de la isla de Sumatra, hacia el archipiélago de Mentawai, algunas de cuyas islas están casi anegadas desde hace dos días. El Ministerio de Sanidad indicó que el tsunami llegó a una altura de seis metros y penetró 600 metros en tierra firme, destruyó aldeas de las Mentawai, habitadas por 62.000 ciudadanos.
"Las horas pasan y hay mucha gente desaparecida", ha señalado a la televisión estatal Ade Eward, jefe del operativo puesto en marcha por la Agencia Nacional de Gestión de Desastres. En estos casos, lo que más se necesita es la ayuda internacional, y precisamente eso es lo que ha hecho Naciones Unidas, que ha enviado hoy una misión para estudiar los perjuicios y las necesidades de la población de este archipiélago. El Estado calcula que al menos 4.000 viviendas y edificios, la mayoría situados en las islas de Pagai Utara (del norte) y Pagai Selatan (del sur) y Pagai Utara, han sido arrasadas por el tsunami y creen que sus inquilinos se han cobijado en las zonas más altas.
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