A un mes para la disputa del clásico de los clásicos, el Barça-Real Madrid todavía no tiene un día concreto para celebrarse. El causante de esta situación son las elecciones catalanas del domingo 28 de noviembre, de modo que ese día se ha descartado por cuestiones de seguridad. Los de la Ciudad Condal prefieren que se juegue el lunes 29, mientras que los merengues quieren que sea el sábado 27.
Manuel Arroyo, directivo del Barcelona, expresó en ayer al diario AS que "el Barça está abierto a jugar en la fecha que le digan. No obstante, preferimos alejar al máximo el partido contra el Real Madrid del de Champions del miércoles anterior".
Por su parte, en el club de la Castellana no ven con buenos ojos que sea el lunes el día elegido. La cúpula directiva y el entrenador y hasta los jugadores pretenden que el partido se sea el sábado, ya que no ven razonable que un encuentro de este calibre se pase al lunes. El Madrid vendría de jugar el martes Copa de Europa frente al Ajax en Holanda y creen que el sábado sería el mejor día para enfrentarse a los de Pep Guardiola.
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